¡LO PEOR DEL VIH ES IGNORARLO!
Infecciones oportunistas, toxicidad, efectos secundarios, estigma social, tasas elevadas de mortalidad…
Hace 25 años, un paciente con VIH se enfrentaba a una infección grave y algo que era muy difícil de controlar, el miedo.
Hace 25 años, la medicación para tratar el VIH era compleja, muchas pastillas, demasiadas y, con todo, la enfermedad no se controlaba.
25 años después, vemos a personas con VIH mayores, con canas, con un rostro marcado por el paso de los años, síntoma de que aquello que antes mataba ahora está controlado y, aunque no se ha erradicado, sí se ha cronificado. Quizá por ello se ha ido perdiendo el miedo a la enfermedad. Por ello hay que tener en cuenta que…

El tratamiento del virus del sida impide su transmisión y los expertos animan a identificar cuanto antes a quienes ignoran su infección para que reciban la terapia. Pese a que el número de casos nuevos va en disminución, cerca de la mitad de esos diagnósticos se efectúan demasiado tarde, sobre todo en los mayores de 50 años.
Ha pasado ya 5 años desde que el SNS incluyera la financiación de la profilaxis pre-exposición (PrEP), una estrategia que “ha contribuido al descenso de los nuevos diagnósticos del VIH”. La estrategia se basa en la prescripción de una pastilla diaria, como parte de un paquete de medidas, también no farmacológicas, centradas en la prevención.
Junto a la PrEP, el diagnóstico precoz de las nuevas infecciones y su inmediato tratamiento interrumpe la cadena de transmisión, pues, como es sabido, con la terapia antirretroviral (TAR) adecuada se deja de transmitir.