La vitamina C, conocida como vitamina antiescorbútica o ácido ascórbico. Es una vitamina hidrosoluble imprescindible para el desarrollo y crecimiento. En el invierno es habitual escuchar la recomendación de aumentar el consumo de vitamina C para mejorar nuestras defensas. Hoy vamos a recordar sus bondades conocidas.
PROPIEDADES VITAMINA C:
- Antioxidante: protege a las células del daño que producen los radicales libres.
- Protector de dientes y encías: su déficit provoca sangrado de encías y gingivitis en los primeros estadios.
- Aliada de los huesos: participa en la formación de colágeno y en el aprovechamiento del calcio.
- Cicatrizante de heridas: es imprescindible en el proceso de formación del colágeno.
- Mejora la absorción del hierro: facilita la absorción del hierro a nivel intestinal.
- Ayuda al sistema nervioso: mejora la comunicación entre neuronas.
- Mejora el sistema inmune: influye directamente en el funcionamiento de las células encargadas de la respuesta inmune. Y junto con el zinc mejora la defensa frente a las infecciones.
Por lo tanto, dada su importante intervención en los procesos metabólicos y a que no se acumula en nuestro cuerpo, resulta imprescindible reponer la vitamina C a diario. Un adulto sano debe ingerir entre 60-90 mg al día. Para hacernos una idea 100 mg de naranjas contienen 53 mg de vitamina C, es decir, con el consumo de 1 naranja al día estarían cubiertas esas necesidades. Excepto en condiciones vitales especiales como situaciones de estrés, contaminación, tabaquismo…
Si necesitamos tomar suplementos en el mercado existen diferentes presentaciones (cápsulas, comprimidos efervescentes, soluciones…).
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